El pasado viernes 10 de febrero tuve la suerte y la oportunidad de ir a mi antiguo instituto a dar una pequeña charla sobre mi experiencia y perspectiva como Mujer en la Ciencia.
Soy de un pueblo llamado Cariño, donde he podido estudiar y realizar mi formación hasta Bachillerato incluido. El instituto se llama IES Cabo Ortegal, ya que este accidente geográfico es lo más representativo del lugar, de hecho, ha sido propuesto para ser Geoparque Mundial de la UNESCO. Pese a ser un pequeño pueblo, contamos con un lugar en el que se nos imparte una muy buena formación y además muy activo con cualquier tipo de iniciativa, como la de este viernes, en la que por primera vez, he participado como invitada y no como alumna.
Miriam Breijo Fachal
En esta charla hemos particpado tres chicas, casualmente, tres amigas. Cada una de nosotras con una formación y trayectoria muy distinta: Eva, fisioterapeuta que trabaja en una clínica de podología y fisioterapia en Carballo; Laura, futura matemática en su último año y con toda una carrera profesional aún por comenzar; y por último yo, Miriam, ingeniera informática que desde que comenzó sus prácticas ya hace 3 años en everis, ¡aquí sigue!
Por suerte, tanto Eva como Laura durante su carrera han estado rodeadas de muchas mujeres y, aunque insistieron y animaron a las alumnas por igual a ver la necesidad de mujeres en el ámbito científico, no han echado en falta referentes ni compañía femenina en su trayectoria. Desde luego mi punto de vista era muy distinto. |
Para comenzar, he contado al alumnado pertenecientes a los cursos de 4ºESO, 1º y 2º de Bachillerato cómo en el tiempo ha ido cambiando mi respuesta a la clásica pregunta “¿Qué quieres ser de mayor?” desde que iba al colegio hasta prácticamente el día de hoy. Desde mis comienzos, donde quizás solo veía un rango de profesiones muy limitado (y muchas veces asociadas a géneros de modo inconsciente), pasando por el instituto y cómo a medida que iba estudiando e informándome de cómo iban las carreras pude ir afinando mi respuesta, hasta que acabé la universidad y que siendo ya ingeniera informática (y ya consciente de las infinitas posibilidades donde poder trabajar) seguía sin tener claro cual sería el lugardonde podría encajar mejor.
Una vez hecho este repaso, he profundizado un poco más en mi opinión sobre la universidad donde he estudiado, sobre cómo decidí hacia donde orientarme y finalmente sobre cómo es nuestra empresa. A parte de los valores por los que ya se identifica la propia compañía, quise destacar especialmente la oportunidad y la preocupación que existe en cuanto a la formación, ya que para mí es súper importante. Un sitio, ya sea el instituto donde ellos están o en mi caso esta empresa, donde se preocupan porque te formes, porque aprendas sobre tus intereses y sobre cómo explotar tus habilidades, es un lugar que debemos de valorar.
Y para acabar, les he contado las iniciativas que yo conozco donde se potencia el empoderamiento de las mujeres y la igualdad entre todos. Les he hablado de NTT DATA, la estrategia DEI, Uniqueness, y de WomenTogether, Programa interno para empoderar a las managers en su camino en la alta dirección (derribando sesgos insconscientes y creencias limitantes de género). Y sobre la FIC (Facultad de Informática de Coruña), y la existencia de un grupo de chicas llamado “Hello, Sisters!” creado para ayudarnos entre nosotras en el contexto universitario y sobre la iniciativa que también han organizado para el 11F, donde tres doctoras en ingeniería informática impartirían tres distintas e interesantes charlas.
Tras haber jugado un “Kahoot!” y con las respuestas a las preguntas que hemos hecho, he salido de allí con la sensación de que estas iniciativas son más necesarias aún de lo que pensaba.
Tenía la creencia, tras la subida continuada de las notes de corte en las ingenierías, que estas carreras resultaban cada vez más atractivas (también entre las chicas/niñas), sin embargo, tras esta experiencia, salgo mucho más convencida de la necesidad de seguir concienciando y mostrando a las niñas referentes en los que se puedan reflejar. Para mí, siempre entendiendo referente como alguien con el que te puedes identificar, más o menos cercano.
Espero que tanto esta compañía como yo sigamos apostando por seguir participando y colaborando con cualquier propuesta que surja en este aspecto. Y ojalá esta charla en la que he participado haya sido útil y hayamos conseguido transmitir, cuánto queremos y necesitamos más mujeres en nuestro sector.
PD: Una de las alumnas, muy reciente ya que ha llegado desde Ucrania, tras la charla nos ha regalado a cada una de nosotras un dibujo que nos ha hecho ella misma. Solo por ese detalle, ya ha valido la pena la experiencia. |